El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, calificó de «ruidosa» y «violenta» la reciente Conferencia Sectorial de la Infancia y la Adolescencia, que se centró en la modificación de la Ley de Relaciones Exteriores en materia de emigración de menores inmigrantes sin acompañantes. Morales calificó de “desperdicio colonial” el compromiso de redistribuir sólo 400 dólares menos entre diferentes comunidades, cuando las Islas Canarias enfrentaban una superpoblación de más de 3.000 dólares.
Morales comunicó que esta respuesta reflejaba una “falta total de compromiso”, pues había fijado 305 redespliegues menos para 2023 y sólo 32 habían llegado a las islas. En segundo lugar, la conferencia sectorial supuso un «ruido» y una «consternación absoluta» hacia Canarias, presentando como buen resultado el departamento de sólo 400 menos, lo que se consideró una broma.
El archipiélago, al sentirse puerta de entrada a la migración, no habría podido esperar «solo» o «abandonado», argumentó Morales, cada vez que los canarios se encontraron con alrededor de 6.000 millones de ellos sin compañía y esperaron la llegada de otros kilómetros.
Añadió que “unos 2.000 niños menos” alcanzarán la mayoría de edad en un año y se quedarán sin trabajo, sin hogar, sin esperanza, sin futuro, caminando por las calles.
Morales consideró «irresponsable» que sólo siete comunidades autónomas participaran en una conferencia sectorial de tal importancia, que además habría mostrado una «desvalorización» hacia la crítica situación del archipiélago. Criticó al Gobierno por actuar desde la comodidad de sus propias casas, sin considerar el impacto en otros territorios.
El presidente dio instrucciones al Gobierno para legislar con valor, emitiendo un decreto ley que permitía un reparto equilibrado de las ayudas entre las comunidades autónomas y ordenó al Partido Popular no dejarse influenciar por VOX y sus políticas ultrademocráticas.
Finalmente, Morales sostiene que la solución y búsqueda de alternativas a esta situación es una responsabilidad compartida con Europa, destacando la necesidad de unidad en Canarias para afrontar esta crisis. Sostiene que problemas con resultados negativos podrían derivar en situaciones no deseadas, como un aumento del racismo y la xenofobia, apoyadas por algunas organizaciones para generar conflictos sociales. Por esta razón pensé que se implementó de manera coordinada y equilibrada.