En fechas recientes, los costos del petróleo han mostrado una disminución continua, marcando el tercer día seguido de bajadas. Este patrón ha sido motivado por dos factores claves:
Aumento en la producción por parte de la OPEP+
La Organización de Países Exportadores de Petróleo junto con sus aliados, denominados OPEP+, han optado por elevar la producción en 138,000 barriles diarios comenzando en abril. Este aumento inicia una serie de incrementos mensuales con el objetivo de revertir los recortes de producción aplicados desde 2022. La iniciativa pretende estabilizar el mercado global, aunque ha suscitado inquietudes acerca de un posible exceso de oferta, lo que podría llevar a una mayor presión hacia la baja en los precios.
Tensiones comerciales debido a aranceles de Estados Unidos
Tensiones comerciales por aranceles de Estados Unidos
Paralelamente, las tensiones comerciales han aumentado debido a la imposición de aranceles por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a importaciones provenientes de Canadá, China y México. Estas medidas han provocado represalias inmediatas por parte de los países afectados, intensificando las preocupaciones sobre una desaceleración del crecimiento económico y una posible reducción en la demanda de energía.
Impacto en los precios del petróleo
Como resultado de estos factores, los precios del petróleo han experimentado caídas significativas. El crudo Brent se ha situado en 70.59 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) ha caído a 67.52 dólares por barril. Estos niveles reflejan una disminución en la confianza de los inversores y una reevaluación de las perspectivas de demanda y oferta en el mercado energético.
Reacciones del mercado y perspectivas futuras
La combinación de un aumento en la oferta debido a las decisiones de la OPEP+ y las incertidumbres económicas derivadas de las políticas comerciales de Estados Unidos ha generado volatilidad en los mercados financieros. Los inversores se mantienen atentos a las próximas decisiones de política económica y a la evolución de las relaciones comerciales internacionales, que serán determinantes para la estabilidad y dirección futura de los precios del petróleo.