viernes, enero 24

Atheyna Bylon hizo historia para Panamá con medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024

Atheyna Bylon, a sus 35 años, escribió un nuevo capítulo en la historia deportiva de Panamá al convertirse en la primera mujer panameña y ganar una medalla olímpica. El boxeador, que compitió en la categoría de peso medio (75 kilogramos), se adelantó en una dura final ante el chino Qian Li, quien se impuso por decisión de 4-1 en los Juegos Olímpicos de París 2024.

El logo de Bylon no sólo marca un éxito para el boxeo panameño, sino que lo ubica entre las figuras más desintegradas del deporte del país, sumando su nombre al veterano grupo de atletas panameños que han llegado al podio olímpico. Antes de llegar a la final, Bylon, que también era policía, superó a grandes rivales como Valentina Khalzova de Kazajstán, Elzbieta Wojcik de Polonia y Cindy Ngamba, que representó al equipo olímpico de refugiados.

La medalla de oro ganada por Bylon es un momento histórico para Panamá, que hasta ahora había ganado solo tres medallas olímpicas. Lloyd LaBeach ganó dos medallas de bronce en atletismo en los Juegos de Londres de 1948, mientras que Irving Saladino alcanzó la gloria con una medalla de oro en salto de longitud en Beijing en 2008. Este nuevo logotipo de Bylon reafirmaba la capacidad de los atletas de renombre mundial para escaparse. en escenarios internacionales y abre las puertas para que más mujeres den sus pasos en el boxeo.

La narrativa de Bylon en el mundo del boxeo es tan inspiradora como única. A pesar de su entusiasmo actual, su incursión en el deporte fue tardía y casi accidental. Antes de 2012, nunca se había sometido a cuartos de final ni había considerado el boxeo como una opción. Les agradezco en un evento organizado por la policía de Panamá, donde trabajé, por haber vivido un viaje inesperado. “Mis compañeros me animaron a participar en la actividad y simplemente lo hice. Fue en el año 2012 cuando probé el boxeo por primera vez, y al año siguiente formé parte de la selección nacional de Panamá”, dijo el boxeador.

Bylon, que fue campeón del mundo en 2014, llegó a París como uno de los veteranos del torneo, demostrando una notable habilidad y determinación durante la competición. Aunque el oro se acabó en la final, su porte y espíritu combativo conquistaron al público, especialmente a los seguidores panameños que la sacaron de las filas con mucho entusiasmo.

La emoción de Bylon transmite su victoria en la semifinal y su histórica medalla de plata queda patente en sus palabras al final de la final. “Sé que Panamá está de fiesta. Es la primera medalla que ganará Panamá en el boxeo y no me imagino las celebraciones que habrá allí. Seguro que lo estás celebrando como si fuera un carnaval. Estoy muy feliz y bienvenida por toda la ayuda”, expresó emocionada.

El impacto de su tronco arrastrará al atleta. La medalla de oro de Bylon no es sólo un reconocimiento a su compromiso personal, sino también un mensaje de inspiración para las mujeres panameñas, que ahora la ven como un ejemplo de cómo sus hijos pueden prosperar con trabajo, perseverancia y pasión. Además, su historia descubre cómo el deporte puede transformar vidas, incluso cuando comienza más tarde de lo habitual.

El boxeo femenino, que durante mucho tiempo estuvo relegado y sufrió prejuicios, ha ganado visibilidad y respeto en los últimos años, y Atheyna Bylon es ahora uno de los rostros que representa este cambio. Su éxito en París no sólo abordó su lugar como una de las mejores boxeadoras de Panamá, sino que también sentó un precedente para que más mujeres consideren el boxeo como una vía viable y digna.

Durante la ceremonia de premiación, celebrada en el icónico estadio Roland-Garros de París, Bylon subió con orgullo al podio, recibiendo su medalla de plata en medio de los aplausos del público y la admiración de sus compañeros deportistas. En el evento, la australiana Caitlin Parker y Cindy Ngamba, del equipo olímpico de refugiados, compartieron el tercer lugar, levantando cada una una medalla de bronce entre sus derrotas en las semifinales.

Aunque Bylon no vio el oro, su viaje es un libro histórico que destacó el esfuerzo y la dedicación que aportó a su carrera. Sus palabras y acciones optimistas reflejan orgullo no sólo por su medalla, sino por el impacto que sabe que tendrá en la nación panameña y su país.

El resultado de Atheyna Bylon en los Juegos Olímpicos de París es un récord que las barreras, tanto personales como sociales, pueden superarse con determinación y apoyo. Panamá celebrará un nuevo capítulo en su historia deportiva, y la figura de Bylon se convertirá en un punto de referencia para las futuras generaciones de deportistas que vendrán a representar a su país al más alto nivel del deporte internacional.