Imágenes de las calles de Hawara mostraban la destrucción, con los esqueletos grises carbonizados de docenas de autos cerca de edificios de dos pisos con ventanas rotas. Un video ampliamente compartido en las redes sociales el domingo y etiquetado geográficamente por NBC News parece mostrar a una multitud de colonos israelíes rezando frente a un edificio en llamas.
Un palestino de 37 años, Sameh Hamdallah Mahmoud Aqtash, murió por disparos israelíes, según el Ministerio de Salud palestino.
Otras dos personas resultaron heridas a tiros, una persona fue apuñalada y otra fue golpeada con una barra de hierro, dijo el servicio médico de la Media Luna Roja Palestina, según The Associated Press. Casi otros 100 palestinos estaban siendo tratados por inhalación de gases lacrimógenos, agregó la agencia de noticias.
El ejército israelí dijo el lunes que había enviado varios cientos de tropas adicionales a la zona, y que se estaba llevando a cabo una persecución del tirador que mató a los colonos israelíes y al tirador que mató al palestino. Diez israelíes fueron arrestados después del saqueo de Hawara, dijo el ejército.
Los colonos asesinados el domingo fueron identificados como los hermanos Hillel Menachem Yaniv, de 21 años, a quienes las Fuerzas de Defensa de Israel confirmado era un soldado inscrito en un programa de ieshivá después de servir en la marina, y Yagel Yaakov Yaniv, de 19 años, del asentamiento de Har Bracha.
“Hoy ocurrió una terrible tragedia”, dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre el asesinato de los hermanos en un comunicado en video publicado en Twitter el domingoy agregó que los soldados israelíes estaban persiguiendo al tirador.
“Que Dios los vengue”, dijo, y agregó: “Pido, aunque la sangre hierva, no tomar la ley en sus manos”.
El exministro de Defensa israelí, Benny Gantz, dijo que los ataques de venganza en Hawara «deberían avergonzar a todas las personas y a todos los judíos en particular».
«No es nuestro camino», dijo. tuiteó el domingo, instando a los líderes del país a hacer un llamado público a la calma.