viernes, mayo 3

Denunció que un padre la «acosa» por no darle un 10 a su hija

A profesor salteño protagonizó un acto desesperado de protesta frente a una dependencia del Ministerio de Educación de esa provincia. La mujer decidió encadenarse a ese edificio porque afirma que el padre de una estudiante la «persigue» y «acosa» haciéndole una serie de denuncias, y que incluso hizo que la echaran del establecimiento educativo de la ciudad de General Güemes donde impartía clases, simplemente por no calificar el más bajo con un 10.

Según lo que dijo Liliana Aliberti, quien se desempeñaba como docente en el colegio Monseñor Tavella, el problema comenzó en 2021, cuando le puso a la menor un 9 como nota final. “Es una nota muy buena, pero el padre quería que le pusiera un 10. Por eso hasta ahora estoy sufriendo”, dijo en la puerta del Centro de Atención Docente de la capital provincial, ubicado en Caseros. a 100.

Siempre según su testimonio, el hombre consideró que Esa calificación provocó “un trastorno psicológico a la niña”.. “Incluso presentó una denuncia civil en mi contra. El abogado salió y Me dijo que querían un millón de pesos. «Les dije que no les iba a pagar porque no había cometido ningún delito», dijo sobre un conflicto en el que intervino el Departamento de Justicia pero que no pudo resolverse.

Su objetivo era que yo le pagara. lo que me pidió y no puedo. El que decide el daño que hice y cuánto debo pagar es un juez, no es el padre. Eso se llama soborno”, dijo la mujer a Con Criterio Salta.

Entre lágrimas, también aseguró que el padre de su alumno también Tenía la intención de «sacarla de la escuela». “Y lo hicecualquiera. El año pasado, el 8 de noviembre, por orden del señor Correa, director general de la EGB, me sacaron del colegio”, lamentó.

A pesar de haber sido absuelta de la acusación el primer día de diciembre, fue transferido a una escuela con un solo día porque faltaba la firma de Matías Cánepa, entonces ministro de Educación.

«Este Me afectó psicológica y económicamente.. Pasó un mes antes de que terminaran las clases y me alejaron de mis alumnos. «Tengo jornada ampliada, es un derecho adquirido», argumentó.

“No voy a volver a Güemes hasta que me den una solución. No soy culpable de nada. “Este hombre me hace culpable”, acusó la docente.