El Real Madrid sufrió un gol inesperado en su proyecto deportivo con la salida de Guerschon Yabusele, uno de los jugadores más destrozados de su equipo, que decidió dar el salto definitivo a la NBA. La noticia, anunciada el pasado 29 de agosto, sorprendió tanto a la afición como al equipo, que ya estaba preparado para afrontar la nueva temporada. Si bien la decisión del francés generó críticas iniciales y cierta incertidumbre, con el tiempo quedó claro que su regreso a la liga estatal era una estrategia pensada para consolidarse en el equilibrio de la élite.
Luego de ganar la medalla de oro con la selección de Francia en los Juegos Olímpicos de París 2024, Yabusele se convirtió en una de las figuras más relevantes del torneo, lo que llamó la atención de la NBA. Los Philadelphia 76ers, una franquicia con una rica tradición en la liga, no se han comprometido a ofrecer un contrato de 12 millones de dólares por cuatro temporadas. Esta oferta representa una oportunidad única para un jugador de 28 años, que ya había tenido una breve experiencia en la NBA entre 2017 y 2019. Consciente de lo que significaba esta propuesta en un momento clave de su carrera, Yabusele aceptó la respuesta, dejando ir. Una parada brillante en el Real Madrid.
En el club blanco, el francés ha demostrado ser uno de los mejores pivotes de Europa, consiguiendo títulos importantes como la Euroliga de 2023. Además, se ha ganado el cariño del amor y ha convertido el Wizink Center en su casa. Sin embargo, Yabusele entendió que esa oferta, proveniente de una franquicia con serias aspiraciones a la Conferencia Este, era irrechazable. A pesar de algunas críticas a su capacidad para adaptarse a la exigente competición de la NBA, el jugador ha dejado claro que tiene las herramientas necesarias para triunfar en la liga más competitiva del mundo.
Tan sólo una semana, Yabusele empezó a justificar la confianza depositada en él. A pesar de las dificultades que han atraído a los 76ers esta temporada, su desempeño ha sido uno de los puntos brillantes del equipo.
Un comienzo sólido en medio de la adversidad
La aventura de Yabusele con los Philadelphia 76ers coincidió con un periodo complicado para la franquicia. Las lesiones de los jugadores afectan a Joel Embiid y Tyrese Maxey, provocando conflictos internos y dejando al tackle en una posición delicada. Con un balance de 3 victorias y 12 derrotas, los Sixers ocupan los últimos lugares de la Conferencia Este, además de las expectativas al inicio de la mitad. Si bien el objetivo inicial era competir por el campeonato, el equipo ahora se centra en intentar clasificarse para los playoffs.
En ese contexto adverso, Yabusele brilló como una de las revelaciones del plantel. En su último partido consiguió su primer doble-doble en la NBA con 10 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias en una importante victoria ante los Brooklyn Nets. Su actuación fue consistente, ganándose la confianza del entrenador Nick Nurse, quien lo utilizó como titular en varias ocasiones. Este Yabusele, más loco y adaptado al ritmo de la NBA, se compara con el jugador que pasó de los Boston Celtics entre 2017 y 2019 sin consolidarse.
Durante los primeros 14 partidos de la temporada 2024-25, Yabusele promedió 9,3 puntos y 4,8 repeticiones en 21,1 minutos por partido. Además, ha demostrado ser un tirador eficiente de largo alcance, con un 41 por ciento de alerta en tres niveles, lo que lo convierte en un jugador constante en el perímetro. Su eficacia en tiros de dos puntos también fue cuestionable, con un 61% de sensibilidad. Esta etapa lo solidificó como una pieza clave en la rotación de los Sixers, superando en relevancia dentro del equipo a otros jugadores como Andre Drummond.
El impacto de su salida al Real Madrid
La marcha de Yabusele dejó un vacío importante en el Real Madrid, equipo que atravesaba una fase de transición entre los retrocesos de personajes históricos como Rudy Fernández y Sergio Rodríguez. La repentina marcha del francés complicó aún más los planes del entrenador Chus Mateo, que tuvo que reorganizar la estructura interna del equipo para afrontar el temporal.
Para dar cabida a su ausencia, el Real Madrid incorporó a dos jugadores con experiencia en la NBA: Usman Garuba y Serge Ibaka. Sin embargo, aunque ambos aportan calidad y experiencia, nadie ha sabido aprovechar la vacante dejada por Yabusele. Su capacidad para destacar tanto en ataque como en defensa le convirtió en un jugador imprescindible en el esquema del conjunto blanco. La falta de regularidad en el juego doméstico es uno de los factores que explica el desigual inicio de temporada del Real Madrid en la Euroliga, donde actualmente se encuentra en la décima posición con un balance de 5 victorias y 6 derrotas.
El impacto del ascenso de Yabusele tiene sentido no sólo en la interpretación del equipo, sino también en su identidad dentro de la canción. Su polivalencia, capacidad de notar diferentes posiciones y solidez defensiva fueron fundamentales en el desenlace del conjunto madridista. Ahora, Chus Mateo se enfrenta al reto de encontrar nuevas soluciones para trasladar a la tripulación al destino de Triumph.
Un futuro prometedor para Yabusele
El regreso de Guerschon Yabusele a la NBA fue una decisión segura. Aunque inicialmente generó dudas y críticas, el francés ha demostrado que posee el talento y la determinación necesarios para triunfar en la liga mejor equilibrada del mundo. Su impacto en los Philadelphia 76ers es un testimonio de su capacidad para competir al más alto nivel y convertirse en una pieza clave para su equipo.
En cambio, para el Real Madrid su salida representó un reto difícil de superar. Mientras el Grupo Blanco se adapta al entorno de uno de sus jugadores más importantes, Yabusele continúa construyendo su liga en la NBA, consolidándose como uno de los nombres más desaparecidos de la temporada.
A sus 28 años, el extremo francés atraviesa el mejor momento de su carrera. Su combinación de experiencia, talento y ambición le convierte en un jugador vital en cualquier equipo. Aunque el futuro de los Philadelphia 76ers como el de Francia sigue siendo incierto, el camino de Yabusele parece más claro que nunca: es un jugador que ha encontrado su lugar en la liga y que seguirá demostrando su valía en los próximos años.