miércoles, septiembre 11

El tribunal ha dictaminado ¡Aleluya! ¿Y ahora eso?

Supervisar y exigir civilizadamente rendición de cuentas tanto al Ejecutivo como al Legislativo durante los últimos meses de este gobierno.

El tribunal ha fallado y se ha respetado la voluntad del soberano. ¡Aleluya! ¿Y ahora qué tenemos que hacer, de ahora en adelante, para recuperar el país? Estas son mis sugerencias:

1. La conformación de una mesa de gobernanza, liderada por diputados independientes, que delinee, de manera clara y objetiva, las aspiraciones del pueblo panameño de cara a las elecciones de mayo de 2024.

2. Supervisar y exigir civilizadamente rendición de cuentas tanto al Ejecutivo como al Legislativo durante los últimos meses de este gobierno.

3. Llamado a “Salir de las redes” para organizarnos para el futuro, por el bien del país. No necesitamos un “Bukele” en Panamá. No se puede llamar patriotismo, ni tiene lógica alguna, continuar con ese culto enfermo e ignorante a la personalidad, promovido por el marketing digital y los medios tradicionales, tanto nacionales como extranjeros (un verdadero líder no se promociona a sí mismo, sino a su país). .

3. Que la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá presente y ejecute, a la mayor brevedad posible, un plan de recuperación empresarial que enfatice la situación de las provincias de Chiriquí, Bocas del Toro y Veraguas, además de las estrategias pertinentes para la impacto global (económico y laboral) que tendrá el cierre de la mina, la promoción del turismo y las inversiones limpias (tanto ambientalmente sostenibles como honestas) a nivel internacional. Sería ilusorio pensar que el actual gobierno se haga cargo de esto.

4. Que el pueblo panameño al unísono declare, también como corrupto, el accionar violento e inmoral de grupos extremos durante las protestas (SUNTRACS, sindicatos de estudiantes universitarios y docentes). No hacerlo sería desastroso para el Panamá de las generaciones futuras. Ojo. Destaco aquí que lo reprobable son sus acciones, ya que toda corriente civilizada tiene voz y voto dentro de una república gobernable y madura.

5. Llamar a las comunidades indígenas del occidente del país a arrepentirse y reflexionar sobre sí mismas, ya que su poder oculto, lamentablemente mal utilizado, ha quedado al descubierto, y hacerles ver que ya no son meras víctimas, sino actores responsables y productivos dentro de sí. el engranaje nacional, no sin antes desear su plena integración como verdaderos ciudadanos de la República.

6. La reunión de los mejores pensadores jurídicos para preparar una defensa contra las demandas de la minera.

7. Llamar al pueblo panameño a dejar de lado la emoción del momento, haciéndoles ver que ser un buen ambientalista es también dejar de lado su cultura de mal manejo de residuos.

8. Dar pasos firmes para la refundación de la República de Panamá a través de una nueva Constitución.

Que Dios salve a nuestra nación. ¡Aleluya!

El autor es empresario y licenciado en estudios internacionales.