El nuevo -ya viejo- Lionel Messi volvió a mandar una señal en el duelo contra Paraguay en cancha de River: después de charlar con Lionel Scaloni, decidió ir al banco de suplentes para no exigir su físico. Se sabe: la cicatriz de una antigua lesión muscular en el isquiotibial derecho es lo que no termina de dejar tranquilo al rosarino de 36 años. La posibilidad de resentirse y que eso se pueda convertir en crónico es lo que lo tiene en estado de alerta. Así, y más allá de que aún es prematuro, la tendencia se repetiría el martes en Lima para enfrentar a Perú.
“Pude sumar entrenamientos en la semana y minutos en cancha. Hace tiempo que estaba parado, pero me sentí bien y espero seguir estos días entrenando al máximo para seguir encontrando buenas sensaciones”, avisó Leo tras la victoria en el Monumental.
Messi entiende el sacrificio que hacen los hinchas para conseguir entradas para ver a la Scaloneta. También es consciente que la mayoría del público sueña con verlo a él. Por eso quiere estar, aún cuando su físico no está al 100 por ciento. Esa situación, por obvias razones, no sucederá en Lima, por lo que es posible que la Pulga sume menos minutos que ante los paraguayos. De todos modos, el capitán charlará con el entrenador el día previo al juego y ahí se tomará una decisión.
“Era arriesgado que juegue más de lo normal. Lo hablamos y estábamos de acuerdo en eso. Fue prudente hacerlo porque corremos el riesgo de tener un problema y no es el caso, sobre todo por el nivel que mostró el equipo”, señaló Messi. “Hablaremos en estos días. Habrá dos entrenamientos más para que siga sumando minutos. No es un hecho que vaya a jugar y tampoco que se quede afuera. Ahora corríamos el riesgo de tener un problema. Además, hay chicos en buen nivel que pueden aportar otras cosas. Cuando un equipo está ensamblado, con confianza, los cambios son muchos más fáciles. Para los que entran, es mejor tener una base ya establecida”, sumó Lionel Scaloni.
El plantel volverá a los entrenamientos el sábado por la tarde y el domingo será la práctica más exigente, con ensayo táctico incluido. El lunes será más liviano y por la tarde la delegación viajará a Perú. “A Leo lo disfrutamos un montón. Si bien jugamos en un grandísimo nivel sin su presencia, siempre lo extrañamos y lo queremos tener adentro. Para mí es un placer poder jugar con él porque nos tranquilidad”, lo mimó De Paul.
Y existe, por último, una razón oculta por la que Messi prefiere ir con cuidando, seleccionando los minutos: quiere estar en óptimas condiciones para jugar contra Brasil en el Maracaná, el 21 de noviembre. ¿Motivo? Cortarle el invicto de local por Eliminatorias, con 53 triunfos y 13 empates.