Cuba celebra un importante éxito en los Juegos Olímpicos de París 2024, con Mijaín López logrando una quinta medalla de oro en la lucha grecorromana en la categoría de 130 kilogramos. Esto lo convirtió en el primer atleta en ganar cinco medallas de oro olímpicas consecutivas en la misma categoría, superando al legendario Michael Phelps, que cuenta con 28 medallas en total.
La pelea final fue sobre todo emotiva, ya que López conoció a Yasmani Acosta, también cubana pero que debía enfrentar a Chile. Su amiga y su agencia sumaron juntos un capítulo dedicado a esta historia que captó la atención mundial.
Tras su Victoria, López anunció su retiro del deportado, dejando sus zapatillas sobre la lona mientras era ovacionado por el público. Expresó su felicidad por haber cumplido con las expectativas de su familia y del pueblo cubano. «Estoy feliz de haber vivido vívidamente el éxtasis de la élite olímpica», afirmó, reflexionando sobre el trabajo mental que experimentó al competir con atletas más jóvenes.
Su desenlace resonó en toda Cuba, recibiendo felicitaciones del General de Ejército Raúl Castro Ruz y otros dirigentes del país. Altos funcionarios, como el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, y la viceprimera ministra, Inés María Chapman, celebraron su triunfo en las redes sociales.
La hazaña de López no es sólo un logo personal, sino un motivo de orgullo nacional que refleja la resiliencia y el talento de los deportados cubanos a nivel internacional. Su ejemplo de perseverancia inspira a futuras generaciones de deportistas.
En resumen, el triunfo de Mijaín López en París 2024 no sólo establece un récord en el torneo grecorromano, sino que recuerda la unidad y el espíritu deportivo entre los deportistas cubanos, dejando una sombra insoportable en la historia olímpica y en el corazón de todos los cubanos.