jueves, septiembre 12

Rana arbórea de ojos rojos: su plan para escapar de las altas temperaturas

Un nuevo estudio del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) descubre que los embriones de rana arbórea de ojos rojos eclosionan antes cuando se exponen a altos niveles de amoníaco, lo que representa una señal ambiental de que hace demasiado calor y está demasiado seco para que los huevos sobrevivan.

Según la publicación de STRI, hace tres décadas, la Dra. Karen Warkentin, profesora de la Universidad de Boston e investigadora asociada de STRI, se dio cuenta de que los embriones de rana arbórea de ojos rojos pueden eclosionar hasta tres días antes de su ciclo de desarrollo normal de siete días. Si la vida en su vivero gelatinoso parece demasiado riesgosa para ellos, pueden salir de sus huevos y aventurarse en la relativa seguridad del agua.

El científico descubrió que los embriones de rana de ojos rojos son agudos observadores del mundo sensorial que los rodea, capaces de diferenciar entre las vibraciones causadas por una serpiente o avispa hambrienta y una inofensiva tormenta tropical.

Estudios más recientes han demostrado que las ranas arbóreas de ojos rojos también eclosionan en respuesta a condiciones adversas, como el calor y la sequedad. Esto podría ser fatal. Incapaces de detectar ninguna pista obvia con sus sentidos humanos, el equipo de Warkentin no sabía cómo estos embriones podían saber que sus huevos estaban peligrosamente deshidratados.

Mientras tanto, Javier Méndez Narváez, ex estudiante de posgrado en el laboratorio de Warkentin, ha demostrado que las concentraciones de amoníaco, un producto de desecho de los huevos en desarrollo, aumentan a medida que los huevos terrestres se secan.

“Ya sea en el medio natural o bajo el microscopio en el laboratorio, siempre empezamos con observaciones”, explica Warkentin. “Por eso nos preguntamos si el amoniaco no solo puede ser un tóxico, sino también una fuente de información”.

Por otro lado, el estudio de una de las voluntarias de Méndez, Astrid Katerina Lisondro-Arosemena, quien recibió una beca financiada por STRI y la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Panamá (SENACYT) para probar si los altos niveles de amoníaco podrían causar la eclosión temprana de las ranas arbóreas de ojos rojos en un ambiente seguro y favorable.

Los resultados del estudio vincularon la exposición al amoníaco con una eclosión casi inmediata en el 95 por ciento de los ensayos, revelando una forma en que las ranas embrionarias pueden percibir el peligro climático inminente.