Lleno de historia, el barrio de Retiro es también uno de los sitios más golpeados por la inseguridad en la Ciudad de Buenos Aires.
De ahí que el histórico edificio de la Cancillería, el Palacio San Martín, que lleva el mismo nombre de la Plaza en la que se levanta, sufrió un insólito robo: un ladrón se llevó el elegante picaporte de bronce de su gran puerta de hierro, sobre la calle Arenales. Es la entrada principal, por donde acceden ministros de Relaciones Exteriores y también algunos presidentes, reyes, y primer ministros.
FUENTE CANCILLERÍA
Esmeralda y Arenales
Es una fuente pequeña ubicada sobre el anexo de la Plaza San Martín. Falta «niño con cántaro» figura que estaba en centro fuente.
Fotos Martín Bonetto – Clarín
Tras una denuncia en redes con foto incluida, Clarín pudo confirmar de fuentes diplomáticas que el hecho ocurrió en realidad el 1 de septiembre. «Alrededor de las 22 horas, paso un hombre, le pegó con una piedra y se fue corriendo con el picaporte. «La Policía Federal lo observó y lo corrió, pero no lo alcanzó», dijeron.
Sobre la escasa presencia policial en la zona, nadie se hizo responsable. Señalaron que suele haber un policía en la esquina.
No es la primera vez que se roban el patrimonio de la ciudad. Este año, la histórica fuente que está también frente al Palacio, sufrió un importante golpe. Como se ve en la foto, se robaron la parte de arriba, la obra que se conocía como «niño con cántaro».