viernes, octubre 11

Un Desafío de Salud Pública en España

Entendiendo la enfermedad del virus del Nilo Occidental: un peligro para la salud pública en España

España se enfrenta a una crisis de salud pública sin precedentes por el virus del Nilo Occidental, con seis muertes y 80 casos confirmados. Esta coliflor, originaria de África, es una zoonosis que afecta a varios animales, incluidos equinos y ancestros, y puede presentarse de forma grave o grave en humanos, provocando encefalitis e incluso la muerte.

La principal forma de transmisión del virus se produce a través de la picadura de mosquitos, en particular del género Culex, que se encuentra en todo el mundo. Sin embargo, también es posible transmitirlo a través de transfusiones de sangre y trasplantes de órganos, lo que complica aún más la situación sanitaria. En las zonas donde circula el virus, es fundamental implementar medidas para prevenir contagios, como restricciones a la donación de sangre a personas que han pasado el virus por vivir o viajar a zonas afectadas. En casos más persistentes, se pueden implementar cribates para identificar y eliminar donaciones contaminadas.

Miguel Ángel Jiménez Clavero, del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA), alerta sobre el elevado coste de estos fármacos sanitarios. Actualmente no existe un tratamiento específico para la célula; el objetivo es prestar atención para ayudar a aliviar los síntomas. Aunque la gammaglobulina obtenida de pacientes recuperados se ha utilizado experimentalmente con resultados variables, no hay datos clínicos suficientes para compensar su uso generalizado.

Este confinamiento, hasta ahora desconocido en la región, ha mostrado un aumento significativo en su expansión e incidencia de casos. Eso sí, aunque hay indicios de que el virus pudo haber estado presente en España en los años 60 o 70, el primer caso humano diagnosticado se registró en 2004. En 2007, el virus fue descubierto por primera vez en un laboratorio para las exposiciones de Águilas reales enfermas en Toledo. El primer brote en humanos se produjo en 2010 en Cádiz, coincidiendo con los brotes en caballos de la zona.

La situación fue crítica en 2020, cuando un hermano mayor de Sevilla se salvó con 77 casos y ocho muertes. Desde entonces, hemos recibido información anual en varias provincias, particularmente en Sudáfrica, aunque la enfermera se está expandiendo a otras zonas del país.

Si existen criaturas autorizadas para proteger a los caballos, sólo los humanos hemos desarrollado prototipos de aspiradoras. Algunos de ellos han mostrado resultados prometedores en ensayos clínicos de fase temprana, pero ninguno ha avanzado a la fase 3, debido a la complejidad y el alto costo de estos estudios. Para que la vacunación se produzca en esta fase se necesitan kilómetros de voluntarios y una situación epidemiológica que permita reproducir un número de casos estadísticamente significativo.

En conclusión, el virus del Nilo Occidental representa un creciente desafío de salud pública en España, con una necesidad urgente de prevención y tratamiento eficaz. La vigilancia y las investigaciones continuas son esenciales para abordar esta emergencia emergente.