viernes, octubre 11

Videovigilancia capta incidentes, pero ¿qué pasa después?

Accidentes de tránsito, peleas, personas libando en vía pública o haciendo mala disposición de la basura… son algunos de los incidentes que se captan constantemente a través de las cámaras de videovigilancia, un sistema que se puso en marcha en el país durante el 2007 con la “videovigilancia ciudadana”, pero que comenzó de manera oficial en el 2017 y posteriormente se fue extendiendo al resto del país.

Desde entonces, cientos de videos circulan en redes sociales sobre aquellos episodios, pero, además de su publicación, cuya función es alertar al resto de la población, ¿qué ocurre con esos casos que aparecen en los videos?

En el Centro de Operación Nacional (Centrodecon), por ejemplo, dependiendo del acto cometido, los responsables van a parar a las autoridades correspondientes. Si se trata de accidentes de tránsito, quedan en manos de la Fiscalía, si en estos resultan personas fallecidas, le corresponde al Ministerio Público hacer la investigación, si son hurtos o peleas la Policía Nacional llega para que luego el caso quede con el Juez de Paz, posiblemente; y si se trata de libar en vía pública, de una mala disposición de la basura u otro acto indebido,  se incentiva a la persona a no hacerlo, a través de altoparlantes, donde se le avisa al ciudadano que está siendo vigilado y que desista de la mala práctica.

Tan solo desde el 25 de marzo al 1 de septiembre de este año, el Centrodecon ha atendido más de 12,063 llamadas por la línea de emergencia 104 y 1,477 captaciones en el departamento de video seguridad, según datos suministrados por la institución.

 

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De hecho, dentro de la fecha anteriormente mencionada, compartieron que las cámaras de videovigilancia han dado resultados positivos en todo tipo de actos cometidos, por ejemplo en la recuperación de 22 vehículos que mantenían denuncias de robo y hurto, 383 ciudadanos puestos en órdenes de las autoridades competentes que mantenían solicitud de oficio de captura y conducción ya sea por Fiscalía o Juez de Paz, 182 accidentes de tránsito por cámara, 52 armas recuperadas, 21 atenciones por botón de pánico (rescate de menores, emergencia médica, captura por robo y captura por hurto).

Por su parte, Omar Rosario, director del Centro de Operación Municipal de Arraiján (COMAR), mencionó el caso de una señora que reportó que un taxi se había llevado sus bolsas del supermercado con sus compras dentro; por lo que, a través de las cámaras, las autoridades lograron captar la placa del vehículo y darle seguimiento con los videos hasta capturarlo y devolverle sus compras a la señora.

“Habrá situaciones que no las vamos a poder ver desde las pantallas, porque pueden darse en un lugar donde no tenemos cámaras, pero podemos recibir una llamada de un ciudadano que se está percatando y usa el 104, y desde allá se comunican con nosotros en Arraiján, y se hace el despacho”, indicó Rosario.

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Muchas de las escenas grabadas han servido como evidencia en algunos casos. De hecho, hay videos que no se muestran en redes sociales, porque pueden entorpecer las investigaciones.

Todos los videos se mantienen vigentes para revisión por alrededor de un mes, pasado ese tiempo, son borrados. Aquellos videos donde ocurra algún incidente mayor, son extraídos y guardados.  Son al menos 215 cámaras que están instaladas en diferentes puntos del distrito de Arraiján, en este caso, compuestas por cámaras fijas, cámaras lectoras de placa, cámaras giratorias de 360 grados, botones de pánico y altoparlantes.

Los lugares de mayor incidencia en la zona antes mencionada son Arraiján cabecera, Burunga, Vista Alegre y Juan Demóstenes Arosemena, y esto es debido a que son las áreas más pobladas, por ende se dan un poco más los incidentes.

La dinámica

El director COMAR explicó que en el lugar es importante la inmediatez de respuesta. Por ejemplo, cuando se detecta un hurto a través de las cámaras, lo primero que hacen es comunicarse con sus compañeros policías de base más cercana al lugar donde está ocurriendo el incidente para que se aproximen a frustrar el hecho, ya sea con una ronda policial, ciclista o motorizado; cuando los casos son un poco más complejos, requieren de más de tiempo para observar más pantallas (en modo de seguimiento) y dar con la captura de la persona.

De hecho, el uso de las cámaras ha ayudado a que los casos de hurtos disminuyan en este distrito.

 

 

La decisión de dónde se colocarán las cámaras va en coordinación con la Policía Nacional, ya que son ellos quienes llevan las estadísticas de incidencias ocurridas en el distrito.

Las cámaras de videovigilancia se mantienen activas las 24 horas del día, los siete días de la semana, y dentro de las instalaciones del Centro de Operación Municipal de Arraiján trabaja personal altamente capacitado para estar sentado, observando las pantallas y actuar de manera responsable y rápida cuando ocurre algún incidente.

Al menos nueve personas se encontraban trabajando en COMAR el día que hicimos la visita al sitio: ocho en sus puestos asignados con pantallas, y uno de pie monitoreando a los demás. Todos pasan por tres semanas de entrenamiento, según confirmó el director de COMAR.

Rosario dice que la población no debe sentirse “vigilada”, sino segura con las cámaras de videovigilancia.